En esta participación para Blog RPM continúo contándoles mis experiencias en la Guardia Suiza Pontificia… (si desea leer la primera parte, pulse AQUÍ).
Lo cierto es que los guardias con más experiencia me enseñaron cómo el servicio de cada día realmente funciona. Se me hizo muy importante la parte del conocimiento de las personas, o sea, el control de acceso a la ciudad del Vaticano y al Palacio Apostólico. En estas tareas uno necesitaba mucha sensibilidad, porque, como se pueden imaginar, muchas veces para controlar a un sacerdote o a cualquier otra persona se necesita tacto. Siento que esto se puede aplicar en cualquier trabajo en la Seguridad en México y en cualquier lugar del mundo.
Juramento
Cada año, el 6 de mayo, se conmemora el Saqueo de Roma en 1527, cuando 147 guardias, protegiendo al Santo Padre Clemente VII, perdieron su vida, mientras 42 lograron escapar a Castel Sant’Angelo por el pasillo que empieza a un lado de las columnas de la plaza de San Pedro.
Yo lo viví así: el día comenzó con una misa inolvidable en la Capilla Sixtina con el Papa San Juan Pablo II.
A las cinco de la tarde el mismo juramente en el patio de San Dámaso en el núcleo del palacio apostólico. Estuvieron presentes muchas autoridades eclesiásticas y civiles pero, sobre todo, mi familia que vino de Suiza.
Jurar dar la vida y proteger al Santo Padre no es cualquier cosa y ciertamente hay que estar convencido de lo que se hace. Yo no tenía ninguna duda. En los meses precedentes tuve tantas experiencias positivas en todos los aspectos que estuve esperando este momento con ansia.
Servicio en Castel Gandolfo
Uno de los servicios que más me encantaron fue en Castel Gandolfo la residencia de verano de los Papas. (El Papa Francisco decidió de ya no usar esta manera de descanso en las colinas cerca de Roma).
Después de un año de servicio tuve la oportunidad de prestar servicio en este hermoso lugar por un mes. A parte del servicio ordinario pude trabajar por primera vez en civil, en traje durante las misas de San Juan Pablo II. Fue en ocasiones como esta que cada vez me pude identificar más no solamente como Guardia, si no también profundizar la mi fe.
Cada vez más el servicio como Guardia se volvió en una realización personal que en un trabajo. Y de esto se trata. Cuando un trabajo se hace de manera voluntaria, con gusto y alegría, todo cambia.
Leyendo entre líneas, se puede entender que para mí no es lo mismo trabajar en el servicio de seguridad para el Papa y la Iglesia que trabajar en circunstancias de seguridad; por ejemplo, en un cuerpo de policía. Sin embargo, se puede también llegar a una realización personal en donde uno se pueda desarrollar en todos los aspectos. Y valores como lealtad, honestidad, valentía, etc. se pueden y se deben aplicar en cualquier trabajo sobre todo en el ambiente de la seguridad.
Los viajes con el Papa
Después de varios años en servicio tuve la oportunidad de acompañar al Papa San Juan Pablo II en varios viajes. Nunca voy a olvidar el primero al Líbano.
Me llamó el Secretario particular de Su Santidad y me invitó a tomar asiento a un lado del Papa donde tuve la oportunidad de estar unos momentos con el Santo Padre. En ese momento, aproveché para comentarle: “Le doy las gracias por tener la oportunidad de servirle”.
Hablando de protección ejecutiva, esto que uno aprendió con los años y las capacitaciones internas de la guardia y externas con el Ejercito Suizo y cuerpos policiacos, se pueden utilizar y aplicar en una manera muy práctica en momentos actuales.
Instrucción
Tuve el privilegio de entrar en el Equipo de la Instrucción después de tres años de servicio asistiendo al Instructor Jefe. Es ahí donde me di cuenta de la importancia de la instrucción, capacitación y la capacitación continua. Después de unos años, el Comandante me promovió y tuve yo mismo la responsabilidad de ocuparme de esta tarea con mi equipo capacitando a los jóvenes provenientes de Suiza, así tuve la oportunidad de buscar la excelencia en el trabajo diario.
Una vez más les digo que en el trabajo en el que estemos, la tarea que desarrollamos con perseverancia, disponibilidad, disciplina y lealtad podremos llevarla a un nivel profesional superior en todas las instituciones y empresas a nivel mundial.
En este sentido:
“ACRITER ET FIDELITER” “VALIENTE Y LEAL” ¡SIEMPRE!