Sobre BPM (Business Process Management) nos encontramos en incontables ocasiones que al traducir el término se pierde una parte esencial del concepto y es que de ninguna manera significa lo mismo “Gestión de Procesos” que “Gestión por Procesos”.
De inicio parecerá una exageración semántica el hecho de que el simple cambio de una palabra pueda tener un impacto relevante en el significado y alcance de la frase; sin embargo, si analizamos que la primera expresión se refiere al aspecto puramente de ejecución de un Proceso, mientras que la segunda nos habla de un tema eminentemente de Cultura Organizacional y Práctica Directiva, nos daremos cuenta de la magnitud de cambio en el enfoque de ambos términos, los cuales, de ninguna manera, pueden ser tomados en forma sinónima.
Procesos
Cuando usamos el término “proceso” debemos alejarnos del concepto banal de “hacer algo” sustituyéndolo por el elemento de valor agregado “lograr algo”.
Ahora analizaremos nuevamente una confusión semántica que al ser repetida constantemente en una Organización se toma de forma errada como algo correcto. Nos referimos a los términos “proceso” y “procedimiento”, dichos términos se utilizan en algunas organizaciones de manera indistinta con significado sinónimo y se pierde así una de las diferencias básicas que toda estructura organizacional debe atender si pretende ser exitosa. Haciendo un análisis somero de las definiciones de cada término, tenemos a la vista el valor y uso específico que debemos otorgar a cada uno.
Definimos al “proceso” como la secuencia repetible de decisiones, actividades, información y actitudes que aseguran un resultado previsible o estratégicamente planeado, lo que muestra toda una fortaleza directiva y estratégica.
Si atendemos ahora a la definición de “procedimiento” encontramos que se refiere a un “método para realizar algo o al modo de proceder por reglas o trámites”.
Es fácilmente observable que ambos términos se encuentran estrechamente ligados entre sí, pero que al ser confundidos se pierde el valor intrínseco de ambos.
Si hiciéramos una pequeña analogía con una obra arquitectónica diríamos que el “proceso” contiene los elementos y componentes modulares o estructurales que aseguran el resultado final esperado y las medidas cautelares que eviten desviaciones no deseadas, lo que permitirá visualizar estratégicamente nuestro objetivo. El “procedimiento”, por su parte, se refiere al detalle operativo que asegura la ejecución correcta y disciplinada de cada elemento diseñado, así como el apego a las definiciones de control establecidas.
En otras palabras, en una Organización de éxito se usan los procesos como la herramienta de estructuración, diseño, planeación y alineación estratégicas. Mientras que los procedimientos son utilizados de manera importantísima para la educación, desarrollo y homologación de una ejecución disciplinada, controlada y estructuradamente diseñada.
En la siguiente entrega para Blog RPM hablaremos sobre Estructura de Procesos.
Por: Asesor Sr. Ing. Enrique Salcedo (Pulse AQUÍ para leer su semblanza)